El reciclaje antes y durante la pandemia
A pesar de que algunos sectores han retomado sus actividades, la cuarentena continua y las medidas de seguridad siguen vigentes, incluso para aquellos que ya han retomado sus actividades. A consecuencia de ello, el aumento del uso de plásticos también continúa, pues se ha convertido en un material indispensable para evitar el contagio. Lamentablemente, mientras la producción de residuos plásticos va en aumento, no ocurre lo mismo con su reciclaje.
Hace algunos meses el estudio colaboró en un proyecto llamado Chiefs of Waste de Dorota Gazy y Shay Raviv presentado como parte de la exposición Geo Design: All that is solid melts into trash en Dutch Design Week 2019. Este proyecto se trata de una investigación sobre el sistema de manejo de residuos en diferentes países y el estudio apoyó con la investigación del sistema en México.
A través de esta investigación pudimos comprender que el sistema de manejo de residuos en México sobrevive en gran parte del reciclaje y la informalidad. Por un lado, la pepena (La acción de recolectar los residuos sólidos que tengan valor en cualquier etapa del sistema de manejo) permite reducir las 13,000 toneladas de basura que genera el país diariamente y aprovechar al menos 1,748 toneladas a través del reciclaje; pero por otro lado existe una mafia que controla todos los residuos, los tiraderos y a todos los involucrados en este sistema, incluyendo al mismo gobierno, pues está recolección no solo permite disminuir nuestros residuos, sino sostiene aproximadamente a más de 30,000 pepenadores. Dentro del equipo de pepenadores también laboran familias enteras, niños, ex-convictos y adultos mayores, quienes conforman el 70% de los pepenadores.
“Dentro del equipo de pepenadores también laboran familias enteras, niños, ex-convictos y adultos mayores, quienes conforman el 70% de los pepenadores. “
Además, dentro de este sistema existen sindicatos, formados por trabajadores, quienes usualmente son los choferes de los camiones de basura que pasan todos los días a recolectar la basura de los hogares y tienen el control absoluto de la unidad. Dentro de los sindicatos también se encuentran los voluntarios, quienes asisten al chofer de cada camión y conforman la mayoría del equipo.
Sí, estos voluntarios que van “colgados” en los camiones de basura y tocan la campana todas las mañanas, no reciben ningún salario y ellos mismos compran sus uniformes, sus campanas, sus costales, etc. Ellos viven igualmente de la pepena, es decir de los materiales que logran separar de tu basura y vender al final de su jornada. La ganancia generada, se divide entre todos los voluntarios y el chofer, pero las reglas de esta división las pone el chofer, quien es el único que usualmente recibe un salario.
“Sí, estos voluntarios que van “colgados” en los camiones de basura y tocan la campana todas las mañanas, no reciben ningún salario”
Es decir, todo el material que se recicla en México es gracias a un sistema casi completamente informal, controlado por una mafia y no realmente por un sistema de trabajadores ni una organización gubernamental como pensaríamos.
Después de toda la recolección y selección de residuos estos se venden a compañías recicladoras que son quienes tienen la infraestructura para limpiar y transformar nuestros desechos en materiales reciclados. Estas compañías también se benefician de la recolección manual, pues reconocen que la pepena permite obtener plásticos más limpios a un menor costo, pues no hay regulaciones ni leyes que obliguen a las plantas recicladoras a ofrecer contratos o beneficios a sus pepenadores. Incluso Pet Star, una de las compañías recicladoras más grandes en México, reconoce que existen niños laborando como pepenadores, a quienes también les compran los plásticos.
Así, diferentes materiales pueden ser reciclados y aprovechados gracias a comunidades que se dedican a esta actividad tan riesgosa, sin regulaciones ni apoyo social, para mantener a sus familias.
¿Y qué pasa durante la pandemia?
La recolección de residuos continúa y todos los días el camión de la basura ha pasado a recolectar tus residuos, pues finalmente estos residuos son lo que realmente mantiene el sistema. Pero lamentablemente, la mayor parte de las personas que viven de la basura no reciben ningún apoyo ni equipo de seguridad para evitar el contagio y aún así están en contacto con todo lo que hay dentro de las bolsas de plástico que les entregamos.
De hecho el periódico El Universal entrevistó a trabajadores de limpia de diferentes alcaldías y se menciona que “Ninguno sabe a ciencia cierta las medidas que deben seguir para evitar el contagio del Covid-19 ni cuentan con equipo de protección suficiente para usar en sus recorridos. Tampoco la ciudadanía les avisa que contienen las bolsas de basura que les entregan ni tampoco si estas pudieran estar contaminadas.”
Por otro lado, muchas plantas recicladoras se mantuvieron cerradas por la cuarentena, redujeron sus ventas de plásticos reciclados debido a la inactividad de muchas otras empresas y la baja del precio del petróleo hace que apenas se pueda competir con los precios del plástico nuevo.
Además, el uso de plásticos ha aumentado debido a la pandemia y a todos los objetos que utilizamos diariamente para evitar los contagios. Y aquellas industrias que comenzaban a desaparecer debido a la tendencia por lo biodegradable, regresaron con más fuerza en estos últimos meses.
Es importante conocer de dónde viene y a dónde va todo lo que consumimos y buscar productos que ofrezcan soluciones a los problemas ambientales actuales. Además ser cuidadosos al desechar equipo de protección sanitaria, indicar lo que contienen las bolsas y separar nuestros residuos para evitar que durante la pepena se entre en contacto con residuos que puedan contagiar a otras personas. De igual manera, mantener la separación de basura que se aconsejaba antes de la pandemia. Y finalmente, informarnos sobre el sistema de manejo de residuos que existe en México para valorar el servicio que ofrece el equipo diariamente.
Igualmente te invitamos a especular nuevos contextos materiales que replanteen el uso de plásticos en nuestra vida cotidiana, participando en el challenge Plastic: ¿Villain or Hero?.
¿Tú que opinas? Déjanos tus comentarios y ¡sigamos la conversación!