Querido diario

No recuerdo cuando deje de comprar diarios o de recibirlos como regalo de cumpleaños, pero recuerdo lo importante que eran, pues guardaban todos tus secretos y el hecho de que alguien lo leyera se sentía como si te hubieran abierto la puerta del baño.

A pesar de tener tus secretos más preciados, los diarios tenían el sistema de seguridad menos confiable que existía. Se cerraban con un candado y una pequeña llave, que podías sustituir por un palillo o un pasador y si tenías hermanas o hermanos chismosos o incluso padres curiosos, lo más seguro es que tus secretos ya no fueran tan secretos. Esa era la razón que a veces me hacía dudar si registrar mis pensamientos en un papel era una buena idea, porque obviamente no quería que nadie se enterara de lo mucho que me había enojado con mi hermana o de lo “enamorada” que estaba del niño “cara de dinosaurio” (mi crush de la primaria).

Con el tiempo me di cuenta que los diarios eran como las fotos, conformaban un registro de situaciones y pensamientos que viví en ese momento, pero también eran una manera de expresar lo que sentía sin compartirlo con alguien más, era como contarle mis secretos a una hoja de papel. Y aunque no quería que nadie lo leyera, a mi me ayudaba a entender y observar mis propios comportamientos. Así como ahora recurro a una aplicación con registros sobre mi ciclo menstrual para analizar si algo anda mal y de ser necesario acudir al médico, también podría analizar mis emociones y detectar cuando algo inusual me está afectando o cuando necesito la ayuda de un profesional.

En el artículo anterior, le realizamos una entrevista a Elien Pérez, psicólogo egresado del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud del Instituto Politécnico Nacional, quien tiene 9 años de experiencia en la rama terapéutica y educativa. También es gerente de operaciones educativas de la fundación Rincón para la Salud y la Educación, A.C., la cual recolecta donativos de insumos médicos en especie o económicos para diferentes hospitales y diseña actividades de ciencia en casa.

Durante la entrevista, Elien compartió algunas recomendaciones sobre el auto-monitoreo de nuestra salud mental.

Andrea De la Peña: Tomando en cuenta que culturalmente aún nos cuesta trabajo hablar sobre salud mental ¿Cómo podemos monitorearnos a nosotros mismos?

Elien Pérez: Para comenzar, podríamos informarnos sobre los síntomas más frecuentes de estrés, ansiedad, depresión o irritabilidad y apoyarnos de ellos, tales como agitación o tensión, sensación inminente de pánico o pensamientos catastróficos, aceleración del ritmo cardiaco, respiración acelerada, sudoración, temblores, debilidad, cansancio, problemas gastrointestinales o dificultad para respirar.

Por lo tanto, es muy importante que la gente esté más involucrada en el tema de la salud mental, que conozca y se informe. Conocer los síntomas, para que en el momento en que los detectes puedas hacer diferentes ejercicios de relajación o para sobrellevar esas sensaciones. Por ejemplo: si antes yo tenía un horario para dormir y ahora tengo problemas para conciliar el sueño o me despierto muy tarde, ese es un claro ejemplo de que algo me está pasando. 

“es muy importante que la gente esté más involucrada en el tema de la salud mental, que conozca y se informe. Conocer los síntomas, para que en el momento en que los detectes puedas hacer diferentes ejercicios de relajación o para sobrellevar esas sensaciones.”

Si conocemos sobre el tema, podremos detectar irregularidades e identificar estrategias que me ayuden a superarlos, pero si se trata de algo que yo no puedo controlar, definitivamente es mejor acudir con un profesional o llamar a las líneas telefónicas de apoyo emocional para que ellos nos ayuden a definir una solución. Incluso si esto le ocurre a otra persona, es útil conocer esta información para saber como ayudar en dado caso de que esta persona esté padeciendo una crisis. 

Considero que llevar un diario, mejora nuestra capacidad para conocernos, lo cual seguirá siendo primordial después de la cuarentena. Aunque de igual manera, estar informados sobre el trabajo que realiza un psicólogo y cómo nos puede ayudar es vital en caso de tener un problema que rebasa mi capacidad para manejarlo.

Monitorearnos a través de un diario puede ser una actividad muy sencilla que nos permita conocernos, no se trata de escribir 10 cuartillas cada día, se trata de escribir lo que tu consideres necesario y hacerlo a tu manera. Este ejercicio podría ayudarte y brindarte beneficios como el manejo de ansiedad, reducir el estrés, lidiar con la depresión, definir tus prioridades, llevar un registro de tus emociones (negativas y positivas) y tener una plática contigo mismo.

Por lo anterior, diseñamos un formato muy simple que puedes descargar e imprimir AQUÍ o en el botón de abajo, para comenzar un diario que te ayude a monitorear tus propias emociones y pensamientos. También incluye un ejemplo, por si no sabes como empezar. Así podrás definir cuál es la mejor estrategia para mantener tu salud mental. Tal vez no necesitas más actividades que te mantengan ocupado, tal vez solo necesitas incluir una actividad que disfrutes, pero para saber lo que necesitas, primero debes conocerte y entenderte.

Y después de escribir todos tus secretos en tu diario puedes ver la película “La guardadora de secretos” o “Little secrets” para recordar viejos tiempos . ¡Peliculón!

¿Has probado alguna otra estrategia o herramienta para auto-monitorearte? Compártela en los comentarios y sigamos la conversación.